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Zona Sur

La región de los lagos y volcanes del sur de Chile es expresión de la inimitable estética y la sorprendente exuberancia de la naturaleza.

Entre cataclismos volcánicos, esculturas glaciales, lluvia y nieve, ríos torrentosos y selvas lluviosas temperadas, es un paisaje en movimiento, que se modela y cambia ante nuestros ojos. Esta es la tierra madre de los indios Mapuches, una de las culturas indígenas más destacadas de América.


Por casi trescientos años, los mapuches defendieron de los españoles la así llamada Araucanía, el sector norte de la región. Pelearon, se desbandaron y cambiaron su cultura esparciéndola a través de la pampa. Tres siglos de resistencia: cuánta fuerza! Pero ésa es la naturaleza de la región de los lagos.

Fuerte, sí; pero segura y con una elegancia europea que resulta sorprendentemente familiar. En la medida que los Mapuches cedieron su territorio a la República recién independizada, los colonos europeos llegaron en masa a este paraíso de ricas tierras volcánicas, bosques milenarios y límpidos lagos de origen glacial, cuyas aguas reflejan la cadena de volcanes activos que se yergue a lo largo del horizonte oriental.

Estos colonos avanzaron hacia las montañas,talando y quemando a su paso gran parte de la selva temperada. Construyeron ciudades en todo el Valle Central; en exclusivos puertos a lo largo de la indomable costa del Pacífico y a orillas de innumerables ríos y lagos. El paisaje pastoral que caracteriza al valle central de la región -pastizales anchos y ondulados, haciendas tipo alemán, pueblos tranquilos y ordenados -puede ser atribuido en gran parte a la industria y visión de estos inmigrantes del siglo XIX.

Si los bosques de la región de los lagos representaron un reto para los primeros, para el viajero moderno son fuente inagotable de asombro. En la Araucanía existen parques nacionales y privados que protegen los últimos bosques de araucarias, una milenaria conífera. Su origen se remonta a la era jurásica y hoy es monumento nacional de Chile.

Las ciudades de Temuco y Pucón, construidas en el corazón de las tierras mapuches, proporcionan acceso a las diversas atracciones que ofrece esta región, sin duda uno de los principales destinos turísticos de Chile.

Más al sur, la selva lluviosa de Valdivia -la segunda selva lluviosa temperada más grande del mundo- cubre las cordilleras de la Costa y Los Andes. Las ciudades de Valdivia, Osorno, Puerto Varas y Puerto Montt son buenos puntos de partida para realizar excursiones a los bellos lagos que se internan en los Andes, en algunas partes a horcajadas entre Chile y Argentina.


Más al sur, donde el Valle Central finalmente se hunde en el Pacífico y comienza la Patagonia chilena, hay magníficos bosques de alerce milenarios, el segundo árbol más antiguo del mundo. Ciertos ejemplares de esta escasa conífera sobrepasan los 3.500 años de edad.

Cada una de las principales ciudades de la región de los lagos cuenta con excelentes hoteles, gastronomía, centros comerciales y transporte y dispone de atracciones para todos los gustos, edades y estados físicos. De particular interés es la cadena de parques nacionales que se extiende a lo largo de la frontera con Argentina y protege una serie de ecosistemas, que van desde bosques nativos hasta mesetas volcánicas.


Para viajes en familia o personas con intereses generales existen muchas alternativas, como visitas a los parques, cruceros por lagos andinos hacia Argentina y múltiples centros de vacaciones a orillas de los lagos. Para aquellos con intereses más específicos o de aventura, caminatas, montañismo, rafting, observación de aves, bicicleta de montaña y cabalgatas son algunas de las casi ilimitadas posibilidades que ofrece la región de los lagos y volcanes de Chile.
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